3 de mayo de 2011

Un geólogo para la última misión en La Luna

He creído adecuado comenzar este pequeño proyecto personal con la historia de la imagen que he colocado como cabecera de este mismo blog y que me ha inspirado, en parte, para dar título al mismo.

Muchos de vosotros ya habréis intuido que se trata de una fotografía de un paisaje lunar y, probablemente, si os digo también que fue tomada por los astronautas del Apolo 17 tampoco os despertará mucha curiosidad.


Lo interesante de esta fotografía es lo que representa en cuanto a la historia de la exploración geológica, ya que para esta misión espacial, la última de las tripuladas a la Luna, contó con la presencia de un geólogo en su superficie y, hasta ahora, con el único colega que ha viajado fuera de nuestro planeta.


Harrison Hagan “jack” Schmitt nació en 1935 y tras doctorarse en geología en 1964 por la Universidad de Harvard tuvo la oportunidad de ingresar en la NASA como resultado de los trabajos de astrogeología que había realizado en el Servicio Geológico de los Estados Unidos desarrollando técnicas geológicas de campo para las misiones Apolo. Ya en la Agencia Aeroespacial se ocupó de formar a los astronautas en la observación geológica desde la órbita lunar y en el trabajo geológico in-situ, participando también en el estudio de las muestra lunares traídas hasta la Tierra y mientras acumulaba horas de vuelo en aviones a reacción, helicóptero y simuladores de naves espaciales.


Aunque ya en 1970 fue seleccionado para el equipo reserva del Apolo 15, fue en 1971 cuando definitivamente fue seleccionado como parte de la tripulación del Apolo 17, como resultado, según el propio astronauta, de que en determinados círculos se insistiera en la importancia de que un geólogo pudiera explorar la Luna antes del final del programa espacial.

Así pues, fue el 19 de diciembre de 1972 cuando el módulo de descenso Challenger alunizó en la zona de Taurus Litrow llevando como tripulantes a Eugene A. Cernan y , nuestro colega Jack Schmitt, el único científico, el único geólogo y el único astronauta que nunca perteneció a las fuerzas armadas de todos los que tuvieron la oportunidad de pisar la superficie de nuestro satélite.



Y cuando J. Schmitt trata de explicar sus primeras emociones e impresiones al poner el pie en la Luna no puede evitar ciertas alusiones de carácter geológico y es que no solo la cabra tira para el monte...

“Es como tratar de describir lo que sientes cuando estás parado en el borde del Gran Cañón o recordar tu primer amor o el nacimiento de tu hijo. Tienes que estar allí para saber realmente lo que es”

“Uno de los panoramas más majestuosos en la vista y experiencia de los confines de la humanidad”

“El Valle no tiene la escabrosidad juvenil del Himalaya, ni el aspecto bandeado de los cañones del Colorado, ni la simetría de los fiordos glaciares de lo países nórdicos y ni tan siquiera la fascinación de los recientemente conocidos valles de Marte. Por el contrario, tiene una majestad tenue y antigua. Y nosotros estábamos allí y éramos parte de él.”

Durante su permanencia en suelo lunar, unas 75 horas, ambos astronautas realizaron tres actividades extravehiculares de unas 7 horas cada uno, rompiendo todos los records de permanencia en la superficie de la Luna. Jack Scmitt lo describe como una experiencia muy agradable, donde el sueño y el descanso eran favorecidos por la baja gravedad y en la que los alimentos deshidratados y liofilizados sabían mejor que algunos que recordaba haber probado en los campamentos geológicos de Alaska en los que había participado.

"Posiblemente lo más importante, no hubo moscas negras ni mosquitos”.

  • La primera actividad permitió instalar una estación que incluía diversos experimentos científicos y además pudieron estudiar los basaltos de 3.800 millones de años (m.a.) de edad que se localizaban bajo la superficie del valle.
  • Durante la segunda actividad exploraron un depósito de avalancha de rocas alejadas del macizo de las que provenían y además, de manera inesperada, tuvo lugar, por parte de nuestro colega, el descubrimiento de un suelo de color naranja de 3500 m.a. inusual en su composición química y cuyas muestras han contribuido a saber más a cerca del origen de la Luna y de la naturaleza de su interior.
  • En la tercera y última actividad estudiaron grandes bloques rocosos que habían rodado y rebotado por la parte norte del valle, esperando conocer mas sobre lo que ocurre cuando grandes objetos del espacio rompen y funden parcialmente las cortezas planetarias. Durante su examen, de nuevo un interesante descubrimiento, el sutil contacto entre dos formaciones de depósito de impacto, uno intruído dentro del otro.


La misión finalizó con la recogida de unos 110 kg de muestras lunares que aún hoy son fuente de nuevos hallazgos, lo que demostró no solo la adición de los geólogos por recoger cualquier piedra que se encuentran sino que la singularidad de algunas de ellas demostró además el valor del ojo humano bien adiestrado en la exploración geológica y que debiera tenerse en cuenta para la presencia de otros geólogos en futuras misiones espaciales.

De esta manera la misión del Apolo 17 constituye, no solo el final de una maravillosa época de exploración espacial, sino que, para mi, fue la expedición de investigación geológica de mayor envergadura de todos los tiempos y la que cualquier geólogo quisiera apuntarse, conformándonos hoy únicamente con soñarlo y creyendo que quizás, en una futuro no muy lejano, la incluyan como campamento de final de carrera para los geólogos.



Fuentes:








5 comentarios:

  1. Hola, soy geóloga y encuentro fascinante el artículo.
    Gracias y un saludo

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  2. a demás de ser el primer geólogo, segun lo escrito, es el primer geologo bebé!
    "nació en 1935 y tras doctorarse en geología en 1935 por la Universidad"

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  3. Gracias por tu "apunte", ya está corregido. Se nota que soy novato en esto de la blogosfera.

    Krysy, muchas gracias, se agradecen estos comentarios para dar ánimos a quien empieza con proyectos personales de este tipo.

    Saludos.

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  4. Hola...esta excelente este blog,lo voy a colocar en el mio tambien,me gusta leer y aprender tambien.

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    Bienvenido a El Planeta Azul
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  5. Muy bueno el posts, eso demuestra que nosotros los Geólogos somos parte importante en el estudio del universo, saludos amigo.

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